Aplicaciones:
Calidad del agua potable y sistemas de monitorización en tiempo real
El reto de reducir el consumo de energía actual del planeta, desarrollando nuevos sistemas de energías renovables, puede ser únicamente logrado con la ayuda de las tecnologías fotónicas.
El impacto más inmediato de la tecnología fotónica en el suministro de energía es el desarrollo de las células solares fotovoltaicas (PV). Las células fotovoltaicas que se unen formando paneles fotovoltaicos convierten la luz solar en electricidad, ayudando a aprovechar la mayor fuente de energía disponible para nosotros, el Sol, en electricidad útil.
La generación de electricidad con fotovoltaica sigue siendo todavía más cara que la generación a partir de combustibles fósiles o con tecnología nuclear. Sin embargo, se están desarrollando nuevas tecnologías que ofrecen la posibilidad de una mayor eficiencia, como por ejemplo: células de silicio policristalino (poly crystalline silicon PV), celulas de capa fina (thin film PV), células tintadas y concentradores solares. El uso de estos sistemas de energía está aumentando significativamente y se puede decir que esta es una de las áreas de mayor crecimiento en el campo de la fotónica.
Otro gran ejemplo son las tecnologías basadas en LED y la revolución a la que estamos asistiendo en el campo de la iluminación. Debido a sus características de baja pérdida de energía y largo ciclo de vida de producto, los LEDs son la alternativa a la iluminación tradicional: incandescente y fluorescente. Las ventajas de los LEDS son la eficiencia, la calidad de la luz y la eliminación del mercurio que está presente en los fluorescentes.
Además, un amplio rango de sensores basados en tecnologías ópticas sirven para la detección, control y medida de diferentes parámetros como el análisis de calidad del agua, aire o gas, incendios o explosiones, etc.… que son interesantes para el estudio del medio ambiente.
Finalmente, la fotónica genera instrumentación que funciona bien en ambientes con condiciones adversas, lo cual hace de estas tecnologías ideales para su aplicación en centrales nucleares o entornos tóxicos.