La industria farmacéutica está protagonizando un gran desarrollo tecnológico, impactado profundamente por la optimización de las tecnologías fotónicas, las cuales abren un nuevo abanico de posibilidades y tratamientos en continuo crecimiento.

Desde la introducción en la industria de la capacidad de manipular elementos químicos y biológicos con fotones, se han abierto nuevas vías de tratamientos farmacéuticos con importantes ventajas en cuanto a especificidad y eficiencia. Por ejemplo, el láser supuso un punto de inflexión en el desarrollo del sector farmacéutico, en tanto que aporta todos los beneficios de una actuación poco invasiva, personalizable, específica y eficiente. Lo encontramos en tratamientos directos con el paciente, en el sector de investigación e innovación farmacéutica, y deviniendo una parte íntegra del proceso de fabricación.

También observamos el impacto directo de la fotónica en la resolución de otros retos muy latentes en la industria farmacológica, tales como la detección de impurezas y análisis de substancias, el marcaje de los productos para una correcta serialización o un mejor control de la correcta administración de los medicamentos. En este último apartado, existen ya ejemplos industrializados tales como el micromecanizado láser, que permite el moldeo de microagujas para la producción de parches de microinyeccion transdémica.

En definitiva, el sector farmacéutico se enfrenta cada vez más a retos de calidad, biocompatibilidad y eficiencia, necesitando mantener además un control sobre los costes de sus servicios. Las tecnologías fotónicas asumen, pues, el papel principal a la hora de impulsar la funcionalidad de las capacidades del sector, además de permitir diferentes vías de investigación, innovación y desarrollo.

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